Sello y Enfoque Pedagógico
Fomentar prácticas efectivas de gestión y liderazgo educativo en permanente innovación y trabajo colaborativo de nuestros profesionales, generando condiciones necesarias para que todas las y los estudiantes logren aprendizajes de calidad en ambientes de bienestar, inclusión y equidad.
La Fundación JAN guía su quehacer educativo bajo el paradigma Socio-cognitivo Humanista, un paradigma educativo que se basa en la unión de dos paradigmas, el socio-cognitivo y el socio-contextual. Por un lado, el paradigma Socio-cognitivo se centra en los procesos mentales de cada individuo y en cómo el profesor enseña y el alumno aprende. Por otro lado, el paradigma socio-contextual tiene carácter socializador, es decir, está centrado en la interacción que tiene el individuo con su entorno y como este lo complementa. El estudiante aprende bajo un escenario en concreto y es actor de su propio aprendizaje en su contexto. Esta opción pedagógica que toma la Fundación, valora tanto los procesos cognitivos y afectivos individuales como el entorno y el contexto social, los cuales son esenciales para lograr aprendizajes significativos. Finalmente, el paradigma es humanista porque se centra en el desarrollo de valores y actitudes que deben estar expresamente programadas y desarrolladas en el currículum.
Con esta base, como Fundación, comprendemos que nos encontramos en una sociedad del conocimiento que está en constante cambio, por lo que nuestros esfuerzos están en entregar una educación que pueda responder a las problemáticas de estos tiempos de manera integral. De esta manera, entendemos el currículum de manera flexible y adaptable a las realidades y territorios particulares.
Nuestro accionar pedagógico, bajo el paradigma socio-cognitivo humanista, tiene como fin potenciar y desarrollar capacidades, sobre todo las del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la innovación, la creatividad; y valores por sobre los contenidos. Los contenidos y métodos de enseñanza, son los medios y no el fin, pues si bien consideramos que el aspecto conceptual es relevante, guiados por este paradigma lo importante no es lo que el o la estudiante sabe, sino lo que hace con ese saber. Por tanto, entre las capacidades lo principal es la búsqueda, valoración, selección, procesamiento, estructuración y manejo de la información, enseñando a pensar, a aprender a aprender de forma personal y permanente.
De esta manera, buscamos desarrollar en nuestros estudiantes herramientas mentales para aprender y seguir aprendiendo durante toda la vida (capacidades, destrezas y habilidades) y entregarles herramientas afectivas que les permitan dar sentido a su vida y saber vivir con los demás (valores y actitudes). Dicho esto, procuramos formar estudiantes que se entiendan como actores principales de su propio aprendizaje y como el centro de los procesos de enseñanza aprendizaje, con sus debidos desarrollos mentales y afectivos, en un contexto determinado, participando activamente en la construcción de su propio conocimiento.
Bajo esta lógica el rol de los docentes es ser mediadores del aprendizaje de los estudiantes y de la cultura social e institucional, debiendo buscar las estrategias y métodos más eficaces que permitan a los estudiantes ir construyendo su propio aprendizaje. En este sentido, los docentes identifican para qué aprenden los estudiantes, las capacidades y destrezas a trabajar con ellos, otorgándole sentido al aprendizaje que se busca alcanzar. Particularmente, se sintetizan los elementos del currículum y se planifican actividades desafiantes contextualizando los aprendizajes de los estudiantes con ejemplos cotidianos y que se vinculen con su entorno.
Dentro de las actitudes de nuestros docentes, esperamos que ellos les entreguen a sus estudiantes la libertad y confianza para preguntar, cuestionar y relacionarse con su entorno, buscando nuevamente que el rol de las y los estudiantes sea activo, participativo y motivante, en donde ellos mismos se reconozcan como autores principales de su propio aprendizaje.
A su vez, uno de nuestros propósitos en este proceso de aprendizaje-enseñanza, es incluir a todos nuestros estudiantes en el desarrollo pedagógico, de modo que valoramos y reconocemos la individualidad y diversidad de todos y todas. En este sentido, recogemos la inclusión como un elemento central en la educación que entregamos.
A partir de lo anterior, nuestro accionar educativo busca brindar a los y las estudiantes una educación integral, donde además de adquirir habilidades y conocimientos, se fomenten valores que permitan formar personas íntegras, que contribuyan a formar una cultura y sociedad más humana, justa y fraterna.
Somos una Fundación sin fines de lucro que brinda servicios educativos a más de 5 mil estudiantes de la Región Metropolitana.
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